Comencé escribiendo esta colaboración bajo plena conmoción; con nauseas no sólo físicas, sino del alma entera. Con el corazón hecho pedazos. Con pena ajena. Repleta de impotencia y desesperanza. Odiando. Reclamando. Segura más que nunca de no merecernos la fidelidad, la nobleza y el amor de los perros. Preguntando y preguntándome hasta dónde seremos capaces de llegar como especie dizque racional, o si justo será por ello, porque ¿racionalizamos?, que hemos llegado a ser tan perversamente malos, cada vez más y aún los menos, pero que con tal de no meterse en problemas o para evitarse dolor, miedo o angustia, cierran ojos, oídos y corazón a lo que sucede… o… que bajo el argumento de la falta de conocimiento, de dinero o de tiempo o por todo junto, no actúan y simplemente dejan pasar el que “otros” se solacen en su maldad. Y si ello sucede cuando queda comprometida la vida humana, nada más pido a los lectores, lectoras, que calculen cuando los hechos de violencia ocurren sobre la fauna... La impunidad es total. No importando la legislación existente, los castigos o multas, si acaso proceden, terminan siendo irrisorios.
Como tal fue el caso de CALLEJERITO o MONCHO, como se ha dado por llamar a ese pequeño perro gris víctima de 4 criminales menores de edad, que eso sí, para su terrible fechoría realizada en el otrora pacífico Tepic, en el Estado de Nayarit, México, bien que actuaron como los más adultos, propiciando una muerte lenta, sádica y salvaje a ese pobre animal que lo único que hizo fue resguardar el territorio al que pertenecía, al momento en que esos truhanes intentaron traspasarlo dizque ofertando la venta de algún producto. El perro, según declaraciones de los ex ¿estudiantes? del Plantel 169 del CONALEP, amenazó con atacarlos… sólo amenazó… y por eso le agarraron tirria. Qué poco saben de perros… a pesar de entrenarlos. Porque el asunto va más allá de una anécdota juvenil o de una descarga emocional. Los tipos actuaron sabiendo lo que hacían y con premeditación, alevosía y ventaja; situaciones todas que agravan el hecho que con todo y haberse llevado a cabo en junio del 2009, acaba de cobrar luz pública cuando recién los mismos imbéciles asesinitos lo subieron en video a la red cibernética. Sobre el asunto hay diferentes versiones. Una, que el animal tenía dueño, que el al verse involucrado en una posible acusación por agresión de SU perro, optó por desentenderse, quedando el pobre animal a merced de la inmensa maldad de MARCO ANTONIO BERNAL LEDON, HERBERT PREXADY FLORES HERNÁNDEZ, ÁNGEL MARÍN GONZÁLEZ RUIZ Y JOSÉ MANUEL SALMERÓN CAMPOS. Otro relato dado por estos endiablados cita que simplemente el animal les salió intempestivamente desde una casa abandonada, tratando de agredirlos. Sea cual sea la verdad, la realidad es que hay un perro atormentado y muerto de manera vil, y que los tipejos citados tuvieron suficiente tiempo para planear lo que hicieron sobre el animal, según ellos agresor, pero al que, ¡fíjense!, casualmente pudieron capturar sin problema, meter en un costal, trasladar hasta donde el lidercillo sabía que podría dominarlo, recurriendo para más al apoyo de un par de canes de tipo pitbuloide que bien conocían, y que con todo y su mala fama, dieron una lección inmensa de compasión al percatarse de que su congénere no daba batalla y por más que fueron azuzados. En cambio, los semihumanos, no contentos con su hazaña y viendo que pese al enorme daño el perrito permanecía con vida, todavía fueron capaces de intentar rematarlo a palos con toda la fuerza de que son capaces a su 17 años, y escribo intentar, particularmente, porque el video finaliza sin permitirnos saber ni hasta cuándo ni cómo en realidad murió el perro, dejándonos con un grito apagado en la garganta pidiéndole únicamente a Dios, que le haya sobrevenido la muerte. Y no exagero. Quien haya decidido ver el pequeño documental que resume la capacidad de maldad del humano, coincidirá conmigo. Por más que nos asegure que los mozalbetes sintieron arrepentimiento, es imposible creérselos. Gozaron. Hay quien pudo atestiguar que lo que sintieron más bien fue temor ante el escándalo que se desprendió, y porque nadie quiere saber de ellos. Y sí, quién los quiere como vecinos, como empleados, como novios, como alumnos… La comunidad, especialmente la nayarita, claro, los rechaza. Pide para ellos el aislamiento y todo el repudio posible. Es más, en las redes sociales hay quienes intentan provocar su linchamiento. Quienes piden que se les aplique el ojo por ojo. Incluso yo creo que por lo mismo y para tratar de calmar la situación, el gobierno estatal reaccionó ofertando posibilidades, y el ingeniero Moisés Corrales, Director Estatal del sistema CONALEP, optó por la expulsión de tan destacados alumnos porque, repito, ¿quien los quiere junto?
Sin embargo, con todo, es mi obligación informar, porque lo se y lo vivo, que estas situaciones no son esporádicas; más bien están a la orden del día puesto que para las peleas entre perros, los participantes entrenan a su animales recurriendo al mal uso de otros canes. La diferencia es que esta vez la situación se documentó sin truco, quedando además a disposición pública y por ello lastimando a infinidad de personas antes ignorantes o siempre indolentes hacia la crueldad sobre los animales. Aquí, entonces, es donde debemos hacer un alto para determinar si nuestra indignación procede realmente de la infamia sufrida por ese perrito o si se dio como consecuencia pura de nuestro dolor individual. Una línea muy delgada divide la respuesta que llegará seguramente con el tiempo, si es que el gobierno estatal cumple con lo suyo, o se quedará en historia como ha sucedido con otros casos, pues en esto de la protección animal más tardamos llorando por un caso que ya se vino el otro, generalmente peor. Por ello vayamos más allá y exijamos a los verdaderos responsables, a los gobiernos y muy especialmente a los legisladores, que dejen a un lado su complejo de superioridad a la hora de hacer leyes con penas tan blandengues cuando se trata de animales no humanos, teniendo en cuenta que demostrado está… los asesinos en serie, los violadores, los maltratadotes, comienzan siempre su carrera delictiva abusando de animales. ¡Aguas!. Este espacio viene alertando desde hace muchos años sobre ello. Y por eso dejo para reflexión una pregunta… ¿es mejor expulsar a estos individuos de nuestras vidas, que tratarlos de enderezar? Lo primero nos dará como resultado seguramente delincuentes de pura sepa. Lo segundo, posiblemente pueda resultarnos mejor e inclusive a favor de la causa y…
Termino por hoy, haciendo un reconocimiento a PROVIDIGNA, la asociación de protección animal nayarita que no obstante tener todo en contra denunció el caso, provocando con ello una enorme reacción de empatía hacia CALLEJERITO, cuya muerte no debe ser en balde aunque su tormento haya sido resuelto con nunca pequeña multa, terapias individuales y familiares para sus abusadores, y un castigo de tres meses de labor comunitaria, pero… insisto… ¿quién los querrá junto?
María Elena Hoyo Bastién
Correo electrónico:
producciones_serengueti@yahoo.com
Como tal fue el caso de CALLEJERITO o MONCHO, como se ha dado por llamar a ese pequeño perro gris víctima de 4 criminales menores de edad, que eso sí, para su terrible fechoría realizada en el otrora pacífico Tepic, en el Estado de Nayarit, México, bien que actuaron como los más adultos, propiciando una muerte lenta, sádica y salvaje a ese pobre animal que lo único que hizo fue resguardar el territorio al que pertenecía, al momento en que esos truhanes intentaron traspasarlo dizque ofertando la venta de algún producto. El perro, según declaraciones de los ex ¿estudiantes? del Plantel 169 del CONALEP, amenazó con atacarlos… sólo amenazó… y por eso le agarraron tirria. Qué poco saben de perros… a pesar de entrenarlos. Porque el asunto va más allá de una anécdota juvenil o de una descarga emocional. Los tipos actuaron sabiendo lo que hacían y con premeditación, alevosía y ventaja; situaciones todas que agravan el hecho que con todo y haberse llevado a cabo en junio del 2009, acaba de cobrar luz pública cuando recién los mismos imbéciles asesinitos lo subieron en video a la red cibernética. Sobre el asunto hay diferentes versiones. Una, que el animal tenía dueño, que el al verse involucrado en una posible acusación por agresión de SU perro, optó por desentenderse, quedando el pobre animal a merced de la inmensa maldad de MARCO ANTONIO BERNAL LEDON, HERBERT PREXADY FLORES HERNÁNDEZ, ÁNGEL MARÍN GONZÁLEZ RUIZ Y JOSÉ MANUEL SALMERÓN CAMPOS. Otro relato dado por estos endiablados cita que simplemente el animal les salió intempestivamente desde una casa abandonada, tratando de agredirlos. Sea cual sea la verdad, la realidad es que hay un perro atormentado y muerto de manera vil, y que los tipejos citados tuvieron suficiente tiempo para planear lo que hicieron sobre el animal, según ellos agresor, pero al que, ¡fíjense!, casualmente pudieron capturar sin problema, meter en un costal, trasladar hasta donde el lidercillo sabía que podría dominarlo, recurriendo para más al apoyo de un par de canes de tipo pitbuloide que bien conocían, y que con todo y su mala fama, dieron una lección inmensa de compasión al percatarse de que su congénere no daba batalla y por más que fueron azuzados. En cambio, los semihumanos, no contentos con su hazaña y viendo que pese al enorme daño el perrito permanecía con vida, todavía fueron capaces de intentar rematarlo a palos con toda la fuerza de que son capaces a su 17 años, y escribo intentar, particularmente, porque el video finaliza sin permitirnos saber ni hasta cuándo ni cómo en realidad murió el perro, dejándonos con un grito apagado en la garganta pidiéndole únicamente a Dios, que le haya sobrevenido la muerte. Y no exagero. Quien haya decidido ver el pequeño documental que resume la capacidad de maldad del humano, coincidirá conmigo. Por más que nos asegure que los mozalbetes sintieron arrepentimiento, es imposible creérselos. Gozaron. Hay quien pudo atestiguar que lo que sintieron más bien fue temor ante el escándalo que se desprendió, y porque nadie quiere saber de ellos. Y sí, quién los quiere como vecinos, como empleados, como novios, como alumnos… La comunidad, especialmente la nayarita, claro, los rechaza. Pide para ellos el aislamiento y todo el repudio posible. Es más, en las redes sociales hay quienes intentan provocar su linchamiento. Quienes piden que se les aplique el ojo por ojo. Incluso yo creo que por lo mismo y para tratar de calmar la situación, el gobierno estatal reaccionó ofertando posibilidades, y el ingeniero Moisés Corrales, Director Estatal del sistema CONALEP, optó por la expulsión de tan destacados alumnos porque, repito, ¿quien los quiere junto?
Sin embargo, con todo, es mi obligación informar, porque lo se y lo vivo, que estas situaciones no son esporádicas; más bien están a la orden del día puesto que para las peleas entre perros, los participantes entrenan a su animales recurriendo al mal uso de otros canes. La diferencia es que esta vez la situación se documentó sin truco, quedando además a disposición pública y por ello lastimando a infinidad de personas antes ignorantes o siempre indolentes hacia la crueldad sobre los animales. Aquí, entonces, es donde debemos hacer un alto para determinar si nuestra indignación procede realmente de la infamia sufrida por ese perrito o si se dio como consecuencia pura de nuestro dolor individual. Una línea muy delgada divide la respuesta que llegará seguramente con el tiempo, si es que el gobierno estatal cumple con lo suyo, o se quedará en historia como ha sucedido con otros casos, pues en esto de la protección animal más tardamos llorando por un caso que ya se vino el otro, generalmente peor. Por ello vayamos más allá y exijamos a los verdaderos responsables, a los gobiernos y muy especialmente a los legisladores, que dejen a un lado su complejo de superioridad a la hora de hacer leyes con penas tan blandengues cuando se trata de animales no humanos, teniendo en cuenta que demostrado está… los asesinos en serie, los violadores, los maltratadotes, comienzan siempre su carrera delictiva abusando de animales. ¡Aguas!. Este espacio viene alertando desde hace muchos años sobre ello. Y por eso dejo para reflexión una pregunta… ¿es mejor expulsar a estos individuos de nuestras vidas, que tratarlos de enderezar? Lo primero nos dará como resultado seguramente delincuentes de pura sepa. Lo segundo, posiblemente pueda resultarnos mejor e inclusive a favor de la causa y…
Termino por hoy, haciendo un reconocimiento a PROVIDIGNA, la asociación de protección animal nayarita que no obstante tener todo en contra denunció el caso, provocando con ello una enorme reacción de empatía hacia CALLEJERITO, cuya muerte no debe ser en balde aunque su tormento haya sido resuelto con nunca pequeña multa, terapias individuales y familiares para sus abusadores, y un castigo de tres meses de labor comunitaria, pero… insisto… ¿quién los querrá junto?
María Elena Hoyo Bastién
Correo electrónico:
producciones_serengueti@yahoo.com
1 comentario:
es triste ver cada dia, que los humanos estamos perdiendo la humanidad y acabamos siendo una aberracion de sentimientos y un gran cumulo de egoismo para con todos, si se trata asi a un ser vivo, sin compancion ni amor, solo por el hecho de divertirse, y ellos son el futuro de nuestro planeta, que esperamos, padres de familia, piensen actuen y razonen, que les espera con hijos educados asi, que dios los ilunine y los haga regresar al buen camino.
Publicar un comentario