domingo, 25 de abril de 2010

TEMAS: UN VISTAZO A LA LEALTAD




Difícil medir la lealtad cuando no se trata de un producto que se pueda tocar ni que tenga un valor traducido en pesos. Difícil porque entonces debe echarse mano a algunos conceptos o quizás a la filosofía de vida de cada persona por lo que los resultados pueden ser diversos, tantos como formas de pensar tenga el ser humano.
Pero, de todos modos, vamos a subrayar algunas ideas que podrían acercarnos a lo que es la lealtad. Partamos señalando que en el diccionario encontramos las siguientes definiciones en el Diccionario de la Real Lengua Española: 1) Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien. 2) Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el perro y el caballo. 3) Legalidad, verdad, realidad.

Caramba, a juzgar por la definición 1 la lealtad no es cualquier cosa. Están de por medio la fidelidad y las leyes del honor y hombría de bien. De ello puede concluirse que quien miente descaradamente asegurando una cosa y haciendo otra, además de mentiroso no es leal ni quisiera consigo mismo. De la definición 2 puede razonarse que la lealtad se transforma en amor y gratitud hasta en los animales. La 3 escapa un poco al concepto general de ese término.

Para tener amigos o conocidos de confianza es preciso, en los tiempos actuales, observar bien, analizar, volver a pensar y concluir quién o quiénes son dignos de nuestra confianza. De otro modo podríamos llegar a aquellos de criar cuervos para que nos saquen los ojos. Por eso, es mejor tomarse tiempo para establecer un vínculo un poco más cercano con alguien.

Lo cierto es que, a nuestro juicio, no se puede andar por la vida enarbolando las banderas de la lealtad y de la amistad, aun cuando esta última sólo fuese circunstancial o transitoria, cuando de verdad se actúa de una manera distinta, sin ética y sin ninguna vergüenza frente a quien se engaña.
¿Por qué escribimos sobre este tema? Pues porque nunca está demás refrescarnos la memoria en relación a ese concepto y a otros. Es especialmente molesto e incómodo observar cómo algunos jóvenes de hoy, con su profesión a cuestas, no saben lo que la lealtad significa y lo que encierra de profundo y bello ese magnífico término.
Felizmente, siempre hay tiempo para enmendar el rumbo. Si es que se desea firmemente.

Autor: Administrador de Diario Correo del Lago - Chile
Foto: Bobby de Greyfriars. Edimburgo. Inglaterra

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