Linces, reptiles, aves rapaces, monos y otros animales exóticos están en venta. La posibilidad de adoptarlos depende sólo del precio que uno esté dispuesto a pagar por cada especie.
Yevgueni Levinski, defensor de los derechos de los animales, afirma: “Los animales exóticos representan el 50 % de todo el mercado de animales. Cada especie cuesta mucho dinero y cualquier persona puede hacer una fortuna con este negocio”.
El viaje de los animales a Rusia está plagado de casos de negligencia. Por el camino muchos mueren de hambre o frío. Incluso para los que logran llegar con vida a su destino final, no todo son buenas noticias.
Alexéi, del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales, dice que “el 80% de la demanda corresponde a gente aficionada que compra animales sólo por diversión”. Explica que ellos no comprenden que “un mono no es un reproductor de CDs, que se puede apagar cuando no lo necesitas”.
Los peores son los fotógrafos, ansiosos por recibir un chimpancé joven o un cachorro para sus fotos.
Pero cuando el animal salvaje crece, sus instintos empiezan a imponerse. Como resultado, los dueños se aburren de sus mascotas y se convierten en culpables de la tragedia de los animales.
Pero a veces las 'mascotas' logran evitar su trágico destino. Algunos animales salvajes escapan de sus dueños y quedan abandonados a su propia suerte. Este es el caso de un lince que escapó de sus propietarios y paseó libremente por un barrio de Moscú. Se necesitaron horas para atraparlo.
Sin embargo hay casos excepcionales. 'Knopka' es una fiera innata, pero este lince, después de ser arrancado de su ambiente salvaje se comporta ahora como una gata doméstica. Por lo menos a veces.
El dueño cuenta que cuando se hizo con ella, era una pequeña bola de pelo: “La atendí hasta que se recuperó. Algunas veces estuvo entre la vida y la muerte”.
El destino de los animales salvajes que se han convertido en mascotas puede ser diferente.
Pero mientras la gente esté dispuesta a pagar por ellos, los animales salvajes estarán en peligro de extinción.
Yevgueni Levinski, defensor de los derechos de los animales, afirma: “Los animales exóticos representan el 50 % de todo el mercado de animales. Cada especie cuesta mucho dinero y cualquier persona puede hacer una fortuna con este negocio”.
El viaje de los animales a Rusia está plagado de casos de negligencia. Por el camino muchos mueren de hambre o frío. Incluso para los que logran llegar con vida a su destino final, no todo son buenas noticias.
Alexéi, del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales, dice que “el 80% de la demanda corresponde a gente aficionada que compra animales sólo por diversión”. Explica que ellos no comprenden que “un mono no es un reproductor de CDs, que se puede apagar cuando no lo necesitas”.
Los peores son los fotógrafos, ansiosos por recibir un chimpancé joven o un cachorro para sus fotos.
Pero cuando el animal salvaje crece, sus instintos empiezan a imponerse. Como resultado, los dueños se aburren de sus mascotas y se convierten en culpables de la tragedia de los animales.
Pero a veces las 'mascotas' logran evitar su trágico destino. Algunos animales salvajes escapan de sus dueños y quedan abandonados a su propia suerte. Este es el caso de un lince que escapó de sus propietarios y paseó libremente por un barrio de Moscú. Se necesitaron horas para atraparlo.
Sin embargo hay casos excepcionales. 'Knopka' es una fiera innata, pero este lince, después de ser arrancado de su ambiente salvaje se comporta ahora como una gata doméstica. Por lo menos a veces.
El dueño cuenta que cuando se hizo con ella, era una pequeña bola de pelo: “La atendí hasta que se recuperó. Algunas veces estuvo entre la vida y la muerte”.
El destino de los animales salvajes que se han convertido en mascotas puede ser diferente.
Pero mientras la gente esté dispuesta a pagar por ellos, los animales salvajes estarán en peligro de extinción.
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