martes, 25 de mayo de 2010

ANA SANCHEZ, LA AMANTXU DE LOS GATOS DE SANTURTZI

VIZCAYA - ESPAÑA.
Los gatos callejeros no lo tienen nada fácil para sobrevivir en los cascos urbanos de nuestras ciudades. A pesar de sus siete vidas, el tráfico rodado, los desaprensivos que azuzan a sus perros contra los mininos, la gente que los envenena sin compasión, el frío, el hambre y las enfermedades, cercenan las colonias que aún se pueden encontrar en los núcleos periféricos. Aún así, la capacidad de crianza de las gatas, con hasta 7 u 8 crías por camada y dos celos al año, hace necesario un cierto control para evitar una sobrepoblación.

"Sobre todo, porque la gran mayoría de los gatos que nacen en la calle lo hacen para sufrir, sobre todo los cachorros que nacen en verano y que raramente sobreviven al invierno", lamenta, Ana Sánchez, una santurtziarra, de Buenavista, que dedica tiempo y esfuerzo al seguimiento de las colonias de gatos en varias zonas de su localidad.

Ahora, está inmersa en plena campaña de captura de gatos silvestres, muchos de ellos abandonados por sus dueños, colaborando con la empresa contratada hace dos años por el Ayuntamiento para la retirada de animales del espacio público y que este año, por primera vez, ha ampliado sus funciones con la esterilización.

"Estoy contenta y agradecida de que el Ayuntamiento de Santurtzi se haya sumado a la iniciativa que hacen otras localidades para llevar a cabo la esterilización. Es, sin duda, un método mucho más ético que darles matarile en las perreras o como en el cementerio de Portugalete, donde de manera cíclica se les envenena a pesar de que digan que no lo hacen", espeta esta menuda mujer, viuda y con hijos ya mayorcitos, que se ha erigido en protectora a jornada completa de los gatos callejeros de su localidad.

"No pongas los que tengo, pero son un montón", reconoce Ana, una activista que colabora activamente con asociaciones como ATEA o Eco animal, y que ha llegado a salvar gatos hasta del metro. "Debo decir que la gente del Consorcio de Transporte se portó estupendamente y gracias a su colaboración pudimos rescatar 34 gatos que se habían instalado en las obras del metro entre Portugalete y Santurtzi", recuerda.

Ahora en esta nueva etapa, Ana Sánchez no está sola, ya que tres jóvenes, de Portugalete, Sestao y Loiu, se han mostrado dispuestos a echarle una mano, "pero hace falta más gente que pueda ayudarnos, porque hay que vigilar las jaulas hasta que los responsables vengan a recogerlas ya que, una vez capturado, el gato está indefenso y hay mucho desaprensivo que puede maltratarlos o azuzarles a los perros", clama Ana, quien también tiene consejos para los vecinos que dan de comer a los gatos. "Hay mucho bien intencionado que da de comer a los gatos, pero les dan comida cruda o pescados y, claro, esos desperdicios si se quedan en la calle molestan. Es mejor darles pienso y agua o comida para gatos", indica. La otra gran molestia es el ruido que generan los gatos durante los períodos de celo y que pueden minimizarse con la esterilización.

"Es más sencillo para los gatos que para las gatas, pero tenemos que esterilizarlos a todos porque los gatos se mueven bastante para buscar hembras en celo, lo que sin duda es un trabajo que exige continuidad", señala Ana, que ya ha logrado capturar en su primer día de vigilancia un total de siete gatos, de una colonia de unos 30, que serán devueltos en grupo "para que no se desperdiguen de la zona donde han crecido". Si desean colaborar, pónganse en contacto con Ana en el 670.235.138.


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